jueves, 29 de marzo de 2007

Huellas en mi camino.

Mi inconsciente últimamente trabaja mucho, arduamente.
Cada noche es un sueño, cada sueño me perturba de alguna u otra manera.

Y en todos mis sueños, los más incontrolables, te vuelvo a ver,
incorpórea y amada presencia, llena de tiempo pasado, rebosante de vitalidad...
Mis risas infantiles estuvieron plagadas de tus caricias maternales
y tus historias viejas me hicieron creer en lo soñado, vivir de ilusiones improvisadas,
y pensar cada día en mi futuro que quiero que sea contado como un pasado,
alguna vez, como historia de niñez, como cuento de primavera...
Nunca hubo princesas ni magia en tus palabras,
nada de ilusión, nada de ideologías, nada destacable...
La vida real, dolorosa y punzante...con el colorido de la gama de los colores verdaderos.

En las siestas, nos perdimos en el sueño
y compartimos más de un momento, igual a otro anterior.
Rutina adorable.
Yerba mate con historias, el pasillo moteado de sombras
y la eternidad por delante...Cuentos y moralejas innatos, salidos de tu alma hacia la mía
Fuimos amigas; sí, contigo empecé a reflexionar
y pronto, muy pronto, dejaste de entenderme
pero nunca de oírme...

Yo sabía que llegaría este día,
desde que me mostrabas tus alhajas olvidadas
y me contabas sobre tu juventud,
yo sabía que llegaría el día
en que sólo yo guardaría en mi memoria
tantos momentos que te hicieron feliz...
Sabía que llegaría el día en que te extrañaría realmente
y no podría calmar mis angustia con tocar tu puerta
y esperar que ma abras...
Sabía, siempre supe, que llegaría el día en que no estarías para abrirme...

Tus arrugas se hicieron más profundas, tus cabellos más nevados,
Y tu cuerpo se achicó demasiado, te volviste tan pequeña y frágil.
Desde aquella maldita tarde en que caíste, caíste realmente...
toda la vida nuestra, todo el futuro se alteró, y se quebraron las emociones...
como si fuera una broma divina, un mal chiste de Dios
sonaba una querida canción, sin saberlo todavía,
yo cantaba y vos sufrías.


A partir de ese momento, un torbellino de momentos...
Todo un año, lleno de delirios que no te incluían
y sueños fugaces en los que no estabas
y realidades, apenas logradas, en las que eras más una espina que una flor...
Te dejé olvidada, como un delirio entre otros,
me molesté muchas veces con vos por cosas de las que no eras responsable
Debía sonreír en vez de regañar, debía ser más infantil que madura,
para comprenderte con mi pequeña alma, llena de tus juegos, tu nueva etapa...

Yo era joven, todavía lo soy; y perdida en la alegría
me dejaba llevar por la sonrisa fácil, por las bromas rápidas y espontáneas
de un grupo de personas que quizás pronto no se acuerden más de mí...
Personas que entran y salen de mi vida,
como yo lo hago día a día de muchas otras vidas, sin intención de quedarme y establecerme...

-Este tiempo es un tiempo de relaciones falaces,
y podemos creernos amigos,
pero sólo basta una distracción para olvidarnos...-

Y yo, siempre presente para vos; no lo supe ver en su momento,
te olvidé quizás, te consideré un peso
te fallé como familia y amiga, te fallé como pilar
y dejé de ser la nena que jugaba con vos
para ser una más, dentro de una masa egoísta y juvenil...

Pero te acompañé, creo, lo más que pude, como pude
porque vos me enseñaste el camino, sin saberlo,
y me llenaste la mente de ideas nuevas cuando niña,
y me remendaste el ánimo con tu simpleza senil...
Y te debo tanto, y pude darte más...
No lo hice.

Me faltó voluntad, me faltó la fuerza para sostener una de tus sonrisas inocentes, me faltó tu risa para recordar que la vida es más que juventud y chiste, o búsqueda de alegría...
¿De los errores se aprenden? Aprendí, nuevamente con vos, a aprovechar...
Cada momento que es, que será...Cada risa honesta, cada simple acción....




Y en mi sueño te reías, amada mía,
como hace meses no te veo reír
como hace meses no te puedo recordar...
Y me dije, al verte de nuevo riendo,
"esta vez tengo que aprovechar".
Y desperté, y el sueño se esfumó...


El calor de la habitación me hizo recordar todo lo real que intento evadir. Pleno marzo, con calores exagerados. Ruidos de construcción y vida; y la rutina de siempre, rutina aburrida. Y no estás, para hacerme regañar, para quebrarme con una mirada o un capricho, para pellizcarme los brazos cuando te hago enojar o con intención de hacerme reír...Tu última frase a mí, antes de dormirte profundamente y para siempre, fue una advertencia usual, medio en broma y medio en reto. Me dijiste, viendome partir a una fiesta, que me porte bien...Quizá sea una broma, quizá querías decírmelo de verdad...
Cierta noche, se creó el punto final a tanta historia, y tuve que despedirme de un cuerpo pálido para entender realmente que todo, desde la risa hasta el llanto, había terminado... En un cajón te encerraron, y grabé en mi mente tu última sonrisa, libre de arrugas y dolor...

Me faltas tanto, te falté tanto; ahora sólo me queda tu recuerdo doloroso, tus cuentos viejos, tu risa en mi infancia, tus retos constantes y didácticos, tu perfume en mi memoria...Me quedan pocos recuerdos de vos, pero lo que hiciste en mí fue inmenso... Te quise tanto, yo sé que nunca dudaste de eso; y sé que me quisiste porque fue mi nacimiento lo que marcó una etapa en tu vida, porque fui yo quien se puso vestidos por vos y quien te cebó mate hasta tus últimas fuerzas... Nos quisimos tanto, lo sé, y algún día nos veremos de nuevo...

Me dejaste las huellas de un camino que recorriste, y que sin miedo ni pudor, sólo me mostraste a mí... Yo no las voy a seguir, no serán mi guía constante.

Serán mis compañeras, sé que caminas a mi lado.
Y me saludas en sueños.

viernes, 23 de marzo de 2007

Entre la multitud.

Fue un cambio brusco, minimizarme en cuestión de segundos para fundirme al ambiente, para fusionarme con la multitud; y luego crecer de nuevo tapando el vacío...

Éramos los dos, y éramos inmensos... Las estrellas sobre nosotros, las palabras que no dejaban espacio para los silencios, y nada más que eso existía. Toda una plaza para los dos y sin responsabilidades ni excusas que limiten la conversación. Todo pensamiento era expresado, libremente sin prejucios, y nuestras almas luchaban por entenderse -y no costaba tanto-. Llegamos a conclusiones y creamos nuevos planteos, a los que buscaremos respuesta en otra ocasión, porque el tiempo es mucho y la vida generosa con nosotros. Y dejando ciertas dudas en el aire, nos despedimos cerrando lo que fue un encuentro agradable y productivo...

Y luego, la muchedumbre con la que me crucé, a la que me integré. Mi persona, una más. Mi mirada, otra entre tantas. Y toda pena y dolor, toda risa y pensamiento, se fundía con las otras, diferentes y tan especiales como la mía... No había lugar para la conversación privada, íntima -esa en la que mostramos desnuda el alma-, menos para las reflexiones y los planteos. Era el momento de la risa y el encuentro festivo, alegría por-para-en todos.
Me encontré con amigos, me divertí un rato. Las risas iluminaban la calle y cada persona se mostraba en armonía con el ambiente, y casi olvido la conversación que minutos antes me parecía tan importante. Lo seguía siendo, claro, pero no era momento de pensar. Era momento de sentir.

La noche terminó pronto para mí, y me encontré caminando sola por las calles; completamente sola y asustada de que alguien me dañe. Mis pasos eran el único sonido, marcando el ritmo de mi caminata y pareciendo burlarse del silencio de las veredas. Retumbaban en mi mente, junto con muchas ideas sueltas e incoherentes, ideas fugaces y nuevas ilusiones...

Llegué a casa, y nuevamente mi alma se fundió con otra. Nuestras palabras en la cocina fueron el himno de mi noche, fue la conclusión perfecta a tantas idas y vueltas del mundo. Sueños frustrados y expectativas del futuro, relatos y anécdotas viejas que parecen recientes.

Mi noche fue un laberinto de emociones, a causa de tantas reflexiones innecesarias. E inevitables.
No puedo dejar de plantearme ciertas cosas, de analizarlas y luego, olvidarlas.
Y es curioso como siempre encuentro alguien que me guíe sin querer, que me diga algo que necesite y tanto esperaba...

Mensajes camuflados de aliento, escondidos sin intención alguna. Nuestras almas se comunican inconscientemente y se regeneran al comprender lo que siente el otro, una empatía natural e innata que liberamos cada día...

Y a vos no te conforman con esta realidad,
Porque sos un loquito sensacional.
Que vas con la esperanza en piloto automático sin más
Y yo me siento igual, quiero morir viviendo, y no vivir muriendo



Me llenan el alma, y lo puedo sentir.

sábado, 17 de marzo de 2007

Hoy te ví, en mis sueños...

Hace meses no te veo, y me esfuerzo por recordar el tono de tu voz, y por olvidar las palabras que supiste decirme siempre...
Anoche, en mis sueños, te volví a ver... Quizás fue porque antes de dormir, como desde hace rato no hacía, volví a pensar en vos...
Y en mi sueño yo caminaba por la vereda que nos guió algun vez. Y de pronto, salía un auto de una casa cualquiera, y al mirar al conductor noté tus ojos en ese rostro. Pero no eras vos realmente, ¿o si?, era otra persona que yo reconocí como vos, diferente en casi todo pero tenía tus ojos, tu mirada y todo él era lo que yo siento que sos... Manejando un auto, cosa rara...Tanta formalidad en esa persona, ¡no podías ser vos!, tan diferente, tan grande.
El auto salió a la calle, y miré al asiento del acompañante.

Y ahí te ví realmente, como yo te conocí, desfachatado y tranquilo, la mirada perdida en algún delirio inoportuno. Me miraste y sonreíste, te miré y no temblé...
Estabas acompañando a esa otra persona que eras vos pero no como sos; estabas dos veces en ese auto: manejando y acompañando...O quizas, solamente estabas siendo llevado por ese otro ser igual a vos a algún lugar que quizá -quiero creer- no querías ir. Pero tenías que ir.

Te hice un gesto con la mano, imitando a este instrumento que tanto nos unió, y que aún ahora me ata a mí con mi sueños a ese universo virtual...Me respondiste que no sabías cuando, que no podías ahora; y en mi sueño -de la que era yo dueña, sin saberlo- pude comprenderte. Me diste a entender que no podías comunicarte más de esa manera conmigo, y en tu rostro había aflicción. Y el auto se fue, con tu persona adentro dos veces: manejando y siendo llevado.

Yo seguí caminando, y mi sueño se inclinó a otras escenas... El auto se fue muy lejos, no volvió a pasar.



Al despertarme, volvió el recuerdo de tu rostro dos veces en un auto. Un rostro diferente, y el rostro que te conocí... Y creo que este sueño, que alguna parte de mi mente elaboró con tanto simbolismo, tiene una interpretación...



Yo sólo espero verte de nuevo algún día, pero verte sólo una vez, no con la otra cara que te impone la vida.

viernes, 16 de marzo de 2007

Nuevamente por aquí

Siendo sincera, me cansé de no saber qué escribir y qué no en mi fotolog.
No tiene sentido escribir muchas cosas, si nadie quiere leer y hablar al respecto. Es como gritarle a las paredes, y sentir como vuelve lo que dije, como se estanca lo que sentí sin que nadie pueda ayudarme a comprenderlo. No, no pido ayuda, pero hoy me dí cuenta de algo: yo hago terapia con mis escritos, la psicología no me podría ayudar de la misma manera y soy feliz leyendo comentarios al respecto de lo que escribo. En fin, me hace feliz leer "estoy de acuerdo, me gustó eso" o "la verdad, me parece que estás equivocada y eso que pusiste es la peor basura que leí en mi vida"...Saber simplemente que leyeron y se interesaron por tantas palabras.

Cada día compruebo que muchos tienen miedo a leer y saber...Saber cosas difíciles, complicadas, que te hagan responsable; porque sabés que si sabés te sentís responsable de actuar o de comunicar, y no queremos responsabilidades por ahora...y aún así... mis amigos ven muchas palabras juntas, y notan alguna cuyo significado sea desconocido, y ya calumnian el escrito y abandonan la lectura. Así, la gran mayoría se vuelca por la música (que es hermosa, y tiene sus particularidades de interés) o por la contemplación de la vida (mirando televisión, o a través de monitores como estos). Me incluyo, paso mucho tiempo sentada tecleando palabras y pensamientos, sin acabar nunca en una idea concreta....

Es que no puedo decir algo que sea completamente verdadero, completamente real.

Me están enseñando ciencias que me sorprenden, todas desprendidas de la filosofía...
Filosofía, la palabra más hermosa que conozco.
Filo es "amor" en griego -en realidad, el verbo "amar"es 'fileo', y "amigo" es 'filos'...nunca encontré 'amor' en mi diccionario-
Sofía, "sabiduría"

Leí por ahí que de la filosofía se desprenden todas las ciencias, todas las cosas que sabemos.
Fue Pitágoras, según un viejo manual que duerme en mi estante, quien se autodenominó "filósofo" en vez de "sofo"...es decir, 'quien ama la sabiduría' en vez de 'sabio'...
Cada día amo un poco más el griego.

Me imagino a los antiguos habitantes, griegos justamente, contemplando la vida, intentando comprenderla...buscando explicaciones y razones para tanta magia a su alrededor, para la luz del sol y su calor, para los cuerpos y su caída libre, para el frío y para el florecimiento de las flores en las plantas, el crecimiento de un bebé dentro de la panza de la mujer, los cambios de temperatura en ciertas épocas del año, la lluvia, los sentimientos, la muerte...
A orillas del Egeo, mirando el agua y deseando llegar más allá, aún más lejos de donde alcanza la vista...O en la noche, mirando tantas luces pequeñas en el cielo, e inventando mitos y creando hipótesis sobre ellas; creyendo que esas luces, esas estrellas, giraban alrededor de ellos, como si fueran lo más imporante en todo el universo...
Cada suceso, cada acontecimiento natural sería sorprendente para ellos porque no sabían la causa, no tenían la explicación, no hallaban inmediatamente la respuesta...Para muchos de nosotros, todavía es así, pero no nos planteamos ya el porqué de las cosas...

Muchas cosas pasaron desapercibidas para mí, ocupada en cosas más 'serias' y más acorde con el mundo moderno. Tantas explicaciones y leyes y razones que ignoramos, que podemos aprender; por falta de interés nos sumergimos acá y damos vueltas en círculos virtuales, creando relaciones virtuales y haciendo estas cosas virtuales: expresandonos a escondidas, pensando qué decir y cómo hacerlo; en vez de gritar lo que se siente frente a todos, como dicta el corazón...

Me encantaría vivir momentos como aquellos, milenarias escenas en las que se vivía realmente y sin monitores, en los que no se sabía nada y teníamos todo por aprender.
Porque sigo sin saber nada, y tengo todo por aprender.
El problema es la falta de ganas.