viernes, 24 de abril de 2009

despertándome


Tengo clases de Lunes a Jueves, en horarios muy dispersos.
En ellas, tengo materias interesantes y un montón de cosas que leer. Interesantes pero densas, con un lenguaje tan contracturado y polvoriento, lejos de mis conversaciones habituales.

Tengo ahorrados unos pesos para irme a visitar a mis amigas.Mañana a la mañana tengo un alumnito de Latín y Griego. El ahorro crece, de a poco pero crece.

Tengo la familia de siempre, y ya soy una adulta para ellos. Dejé de cocinar, ahora lavo los platos y hago algunas compras, voy y vengo cuando quiero y no me faltan las ganas de abrazarlos a todos de repente -reprimida, no lo hago-

Tengo un poquito más de paciencia que antes, pero igual a veces me supera la ansiedad o esa sensación rara de querer acelerar las cosas y ver resultados, reacciones, finales, o conclusiones.

Conservo, con hilos flojos y remiendos y otros colores, las amistades que durante años me vieron crecer y cambiar. Siento que estamos desteñidos, que el tiempo que podemos compartir (cuestiones de 'deber', 'poder', 'querer') es cada vez menos; pero que si estamos bien sintonizados es muy dulce y agradable, un poco como en los viejos tiempos y otro poco como "algo no funciona como antes, y son tantos los recuerdos y es tanta la confianza y el bienestar que me niego a soltarte". Y por amor o capricho o costumbre seguimos viéndonos; y ciertas noches en las que lloro sin saber bien porqué (porque ya no encuentro ningún mínimo motivo) pienso que verdaderamente soy afortunada de haberlos cruzado.

Y por si fuera poco, al fin 'tengo' un compañero, o estoy con alguien que me importa y al que le importo, que me gusta, que me sorprende con su manera de ser, y que cada día me da razones para sonreír y enfrentarme a 'lo de afuera' o zafar de 'lo de adentro'. Me fue fácil adornar a otras personas, asociarlas con luz o con alegría o con perfección incluso; pero con él me faltan las palabras y no sé bien por dónde empezar. Es una realidad hermosa, a la que tomo la mano y puedo abrazar y con la que puedo vulnerabilizarme sin miedo. Sin miedo que me lastime o a que me duela la decepción. Las decepciones vienen luego de hacerse ilusiones, y él superó la etapa de ilusión, me quedan certezas o algo así como una 'intuición' de lo que él podría llegar a ser o hacer. Y no me asusta ni me hace dudar, con él todo es llano y armonioso, y me siento completa y feliz.










Y tengo 18 años, hace unos meses escribí algo que comenzaba igual pero que hablaba de mis ilusiones, tristezas, y de esos planes tan errados, hubieran sido desperdicios de mi tiempo. En pocos meses, mi vida viró hacia otro sentido.

Sigo con este hábito de la Introspección y la Expresión a través de las palabras, las metáforas, la asociación de ideas vagas y fantasmales con colores o imágenes o 'cosas de verdad'.
Siempre fue: Expulsar el malestar, la angustia, hacer monumentos en honor a mis dolores y colgarlos de la red, que queden como señal de que lloré y sufrí por... (...tantas cosas que se esfumaron)


Hoy es: Acariciar la vida que tengo, las personas que me rodean; aferrarme a mis recuerdos y sueños, confiar en mis capacidades y en las potencialidades que veo por todos lados. Hoy recuerdo con cariño, hoy vivo con cariño, hoy quiero reírme y que todo el mundo se ría.

Hoy por hoy siento que, aún cansada de leer e ir a clases y caminar, todo es tan hermoso que quiero dejar un recordatorio (otro más) de lo in-creíble que está comenzando este año 2009.

sábado, 4 de abril de 2009





si estás en algún lugar donde puedo alcanzarte
(porque ya te encontré, no es cuestión de buscarte)
y estás cálidamente tan cerca,
quizá callado y sumido en tus pensamientos,
pero con la sonrisa escondida,
y te hablo y respondés
y me parece tan linda tu voz...

si sé que con sólo desearlo
puedo caminar a tu lado...


yo estoy bien, estoy tan bien
que tengo miedo de imaginar lo que sería perderte
o algo similar.




Pude ponerle palabras a mi dolor, a mi soledad, a mi aburrimiento, a mi amargura inexplicable, a mis fantasías más distorsionadas, a mis reflexiones y pensamientos, a mis sueños, a mis realidades...

Con vos, no encuentro qué decir.
No sé a quién decirle "Che, gracias, soy lo que creo que es ser feliz".



bueno, te lo digo a vos cuando sea posible.