miércoles, 27 de enero de 2010

Cicuta y chau.

Que la Virtud.
Que la Virtud nos lleva a la Felicidad, al Bien último, que somos cuerpo y alma y esas acciones bondadosas nos llevan por el camino que nuestra alma desea, tenemos un hambre espiritual de Bien, y Bien es Felicidad, Eudaimonía, cultivar las virtudes y cuidar el cuerpo y esa rectitud, era Areté, eso nos guía al Bien último al que tiende nuestra alma por desear la Felicidad, es decir, guía a tu alma por el camino de la Areté, de la Virtud, y llegarás al Bien, a la Felicidad.

Que la Educación.
La Educación sobre vos mismo, conócete para saberte equivocado, para ver los defectos o errores, esas desviaciones quizás inconscientes; conócete para guiarte, y deja que tu Alma se manifieste y muestre tal cual es, y a través de la Razón, de la Lógica, llévala por el camino de la Virtud, cultiva la Areté; ayúdate a parir tu alma a través de la reflexión, perfecciónate tendiendo al Bien, a la Felicidad.

Que la Educación sea Liberación y no llanamente una especie de domesticación;
como ser social tu felicidad está al lado de la de otros hombres virtuosos.
Cultiven las virtudes y serán felices y libres.


Que la Templanza para obrar,
que la Prudencia para decidir,
que la Valentía para actuar,
en definitiva, que la Justicia para vivir.

Que no se separen las ideas, que una sin otra no son nada, que son parte del camino o el camino mismo, bajo su luz se atraviesan las sombras y se debería llegar al Bien, y son la Areté y más, son el molde con que debemos educar a nuestra alma, liberarnos a través de la práctica de las Virtudes y llegar a la Felicidad.

Que la Comunicación, la transmisión de estas ideas, y la posterior ayuda para reflexionar, que cada uno sea su juez y maestro, su condenado y discípulo.

Que el Bien Común, que como seres sociales debemos aspirar al Bienestar General, la Eudaimonía colectiva.

Que las Virtudes como guía, actuar coherentemente.
Ser prudente con lo dicho,
ser templado con las acciones,
ser valiente frente a los necios y su juicio.
Ser justo: aceptar las leyes aunque no me favorezcan.


Que soy culpable,
que pervierto a los jóvenes hablándole de Virtudes y Felicidad.


Que merezco morir.
Cicuta, y chau,
ya vendrán otros a morir también por esto.

sábado, 23 de enero de 2010





Tiempos de compromisos
Tiempos de planeamiento
Tiempos de asumir que ya llegamos a las dos décadas de edad


Mucho por hacer, mucho por leer,
todo el tiempo por delante
y tu compañía.