lunes, 24 de abril de 2006

Calles del Sol...

Quiero el calor del sol dentro de mi corazón.
Quiero reírme con vos.
Quiero llorar alguna vez con vos, por primera vez.
Quiero verte como si fueras un extraño.
Quiero no saberte.No conocerte así.
Quiero dormir sin pensar antes. Soñar con pureza.
Quiero tenerlos siempre cerca mío.
Quiero ayuda.

No.
Necesito Ayuda.

Pero es mi interior. Sí! Risas! Eso falta.
Hay, por supuesto. Pero yo no tengo ganas. Me faltan las cosquillas que tenía cuando recordaba a esas ovejas descarriadas que fueron bautizadas de manera psicodélica. Cuando recordaba esas frases dichas sin pensar, tan suavecitas!, espontáneas...Siempre inocentes, nunca lastimaban.

Esa infancia, esa etapa. Tantas sonrisas, tanto amor.
Sin peso en los hombros, sin recuerdos de tantos llantos.
Más sueños más concretos. no estos delirios que me sumergen en mí.

Yo hablo de yo nomás, y sé que soy egoísta por eso.

Hoy tus palabras, amigo nuevo, amigo querido, me hicieron tan bien. Me hiciste sonreír muchísimo, que irónico!, en la plaza en que alguna vez también sonreí, y luego en la que quizá tuve ganas de llorar. Sí, la vida es una cosa llena de escupitajos de ironía.
A veces me gustan mis metáforas, porque son asquerosamente espontáneas.
Sonreí porque necesitaba que me recuerdes todo eso. Me llena de gozo saber que pensas así, y que te animás a decírmelo. Me ayuda tu presencia, me haces reír.

Las vueltas de la vida!


Esta, foto de mí, en versión azul.
Falta el color marrón, y los granos.
(Puaj)




Alguna imagen en mi flog.
Hace un rato sacada.

Pienso: el cuerpo viene a ser una carcaza para el alma. Eso me gusta creer. Odio darle tanta importancia a él, odio no aceptar las formas que la naturaleza me dio.
La genética, la herencia, la suerte... la mala suerte. Pero bueno, eso soy yo. Dos ojos, una nariz, una boca. Dos orejas, frente con granitos por la pubertad, pelo -poco, se cae mucho, quizá me rape alguna vez- y... dientes. Del torso y demás, ni hablar. Camino, respiro, veo y escucho. Mi cuerpo cumple todo, máquina perfecta. Natural.

Y entonces, cuando miro otros cuerpo, cuando contemplo otras caras... Antes, apreciaba la belleza de afuera, la conjunción de las facciones de los rostros, los colores... Pero no me guiaba por ello, sólo me gustaban, como pasatiempo. Y amaba, quizá sin demostrarlo, la esencia de cada uno. El sol que nos brilla desde adentro, que ilumina la forma de nuestro ser.
Hoy me cuesta sentirla. Sólo recuerdo lo que alguna vez fue. Y mi propia manera de ser se contamina. Y así, no progreso. Nubes tapan mi sol.Retrasan mi llegada, mi camino se detiene.

-¿Pero a dónde quiero llegar?-

Uh, me mareo en mí misma.
Se hace tarde.

Mañana camino por las calles de siempre.
Y como siempre, habrá sol.
Si yo le dejo, y le abro la puerta, quizá entre adentro mío.

Yo le dejo, dale.
Mañana me río, y ni lo prometo.

Ya empiezo =)

Shhh, hay palabras que suelen sobrar. Y sí, acciones también.
Pero somos humanos en cuerpos perfectos con esencias contaminadas.
Acepto mis errores. Aceptos sus errores.

Acepto al sol en mi corazón, nuevamente




Shhhh a dormir...!

sábado, 15 de abril de 2006

Cien veces, nada más...

Cien latigazos me daría por cada marca en tu piel que pude impedir y no hice
Cien ayunos haría para saldar mi deuda de momentos que pude compartir con vos, y que nunca volverán a ser lo mismo.
Cien litros lloraría para demostrarte inutilmente mi arrepentimiento.
Cien cortes en mi cabeza para darte cada pelo en lugar de las sonrisas que te negué, de las risas que guardé.
Cien cosas de lo que quieras! cien años sin tereré! cien días sin sol! cien meses sin nada de color, todo gris, más más gris!
Cien veces te escribiría cosas así, sólo para olvidar ese abrazo que no te dí; esas cosas horribles que apoyé, todo lo mal que te hice, y hago sentir.

Y hoy llorando no remedio Nada.
Nada!
Y esto por ahí te llega. No al alma, pero por ahí lo lees.
Y no pido nada, solo leé.

Me destruyo a mí misma, porque hoy no me quiero.
Desde el lunes no me quiero.
Desde el sábado a la noche busco refugio. Usurpo aparatos ajenos y me odiarás por ello, pero lo necesité, y me hizo sentir un poco mejor.Él.
Y yo...
Quiero curar con mi propia piel las roturas de tu corazón, de las que soy culpable.
Donar mi sangre y vitalidad a otra persona que precisa de ello. Otra, sí.
Regalar una a una mis neuronas para que alguien pueda eximirse en sus materias y evitar peleas; y el calor de mi cuerpo a los seres con frío que se cobijan en la noche.
Todas mis uñas, con dolor incluído, para remediar esas lágrimas por mi culpa. Todas, las 20, y si no bastan, inventarme 20 más. y 20 más.
Y los ojos que tanto ven... A quien pueda darle un buen uso, viendo lo mejor de las personas, lo destacable de las almas, y no la carcaza engañosa por la que me dejo llevar, sin querer.
La boca que ya no sonríe, y cuando lo hace, sonríe feo y deforma la cara. A alguien que le de un buen uso, alguien que bese y cante y recite poemas de amor.
Que más regalar...? Los brazos que sepan abrazar a quien lo quiera. Las piernas que corran llevando a quien sea a donde sea que quiera estar.
Los dientes! todos, a quien le falten, por falta de alimento, por falta de amor.
Y el corazón, sobre un altar de piedra, lo dejo para que lo venga a buscar, quien sea.
Para el almuerzo de algún hambriento.

Y lo que más más más me duele es saber que yo alguna vez también pude ser compleamente feliz. Pero fue hace tanto, y se esfumó. Y eso no es el dolor, el dolor es saber que arruiné tu felicidad. El dolor es saber que sin querer, sin pensar, hice a alguien a quien quizá amo, porque puede ser que sea así, amar y no querer; el daño que recibí yo.
Daño que no sé de donde me llegó. Y sin querer fue a ese ser.

Y no sé si a otros más.

Me siento tan mal, tan mal.
*regalame esa bala, por favor*

Esperaba que no sea todo tan grave.
Que con una llamada, una charla, se pueda solucionar.
Y renace mi ingenuidad: las palabras son de acero. Y no se las lleva el viento.

Domingo casi. Renace el Señor.
Hoy lloro por vos, personaje bíblico, que te dejaste clavar en una cruz para que perdonen a otros. Te regalaron la resurrección, te bendijeron con la inmortalidad y el cielo. Tus heridas fueron sanación de otros.Ese dolor fue el pago por el perdón ajeno.

Será alguna vez así conmigo? Cuántas veces más lastimaré...y moriré...y cuando comience todo de nuevo... lastimaré sin querer nuevamente...?
Cien veces más?
Nunca más?
Y con qué fin?

Hoy también quiero morir.

Por haber matado una felicidad, o haberla herido gravemente.
Por no poder hacer nada.
Por haber negado tantas cosas.
Por haberme enceguecido por tonterías.
Por simplemente no haber cuidado los ángeles que me mandaste.

Sólo te pido, a costa de oraciones y sacrificio que juro cumplir, no me los quites del todo.
A ninguno, de los cien.De todos ellos, a ninguno. No dejes que se vayan por mi culpa.

Me haré clavar en una cruz, si lo quieres.
Cien veces, si lo pides.

trae de vuelta la felicidad que alguna vez me brindaste.
lleva con el viento las palabras que ahora odio
y borra suavemente esos errores, suaviza sus bordes ásperos aunque sea
ya no pido alas, no las merezco...
no, no son para mí...
pero devolvéselas a ellos, a ella!, que vuelen
hacia donde quieran
hacia tí.


hacia mí?

lunes, 10 de abril de 2006

Gris y rosado

Una brisa húmeda.
No sabría decir si en el ambiente o en mi interior. Las calles mojadas, los árboles más verdes. La lluvia rejuvenece, nunca pensaré distinto. O tal vez.
El sol se ocultaba, las nubes estaban teñidas de colores tan suaves, tan contrastantes en el cielo blancogris. Pájaros! músicos quebradores del silecio; adornos del cielo lejano.

Me veían pasar, apiadándose de la imagen descuidada de mi ser.
Me recordaban, un año atrás.
Dos años.
La vida entera. Tan diferente, siempre.
Susurraban, comentarios conmiserativos. Me señalaban disimuladamente. Yo sé que sí.

Y yo solo caminaba, pensando en no abandonar mi hoy. Pensando en inmortalizarme en alguna plaza; en esculpir todos mis pensamientos en las veredas abandonadas. Mis llantos en el moho de la ciudad; mis risas, escasas, en los trinos ignorados. Mis sentimientos, pintarlos en tonos rosados en el cielo blancogris.

De pronto el perfume. Lo rompió todo, quebró el equilibrio. Golpazo de nostalgia, no de nuevo porfavor!.
Nuevamente pensamientos...y ya bailaban escenas y palabras delante de mí. Y ni dolía! ni sabor tenían! Eran fantasmas...

Burbujas de sensaciones.
Flotando en el aire, en el recuerdo.
Arrastrándose por arriba mío, buscando elevarse más alto.
Querían llegar a mí, nuevamente.
La brisa las rompió.

Y volvió el tono gris, mientras buscaba el destino de mis pasos.
Amor nuevamente, ahi terminé.
Amor incondicional.
Amor expresivo.
Amor de siempre.

Amor rosado.


Y no importó nada, pero nada más.
Porque fue domingo.
Y mañana, en nombre de la luna, empezamos una vez más y como siempre.



*Cuando el día es gris, termino soñando en rosado*