martes, 27 de abril de 2010

Zumo de adámicos espasmos.

No pueden acorchar las más puras ilusiones,
ni aunque intenten brear las motivaciones
o tan solo cohibir los instintos dendriformes

Iluso es pretender equiponderar
el espíritu naturalmente fitógeno
con las gazmoñas máscaras de este carnaval,
pretendiendo que el hieratismo es natural

¡Imprecaciones contra los nuevos jacobinos!
La libertad no es el leganal del hombre
sino su constante maitinada,
nosomáticamente pretendo una cura escribiendo,

y soy conciente del onanismo de mi pretensión,

por eso, desde la parvulez de mis quejicosas palabras,
espero que recrezcan las dormidas esperanzas
y que ellas, silfos del colectivo espíritu, tautologicen coloridamente
las usagres de este pueblo, tan vesánico y patético.

Sin caer en la xilomancia,
yo buscaré más señales en el follaje diario,
evadiendo la zozobrante sensación de ahogo y levitación.










-Jugando con el diccionario, Parte I-

domingo, 11 de abril de 2010


La persona justa en el momento justo de lo que llevo de vida.

Ni antes ni después, habrían sido desencuentros;
hubiera necesitado sus brazos justo ahora,
y allí está ahora.






martes, 6 de abril de 2010




Es a veces,
no sé ahora si es por el perro enfermo o el nuevo frío
o algún recuerdo polvoriento, andrajoso;
pero es a veces,
a veces y habitualmente,
que algo, algo como una mancha o una herida,
me sube por los pies, me llega hasta el pecho,
de ahí me succiona hacia...
no podría definirlo,

pero me atrapa y arrastra
y me hunde y me lleva,

un rato, un ratito siempre...

Una mancha gris,
¡qué asco de gris!
una mancha que invade y que no se apiada,

me persigue noche y día,
me persigue hasta alcanzarme,
dormida o bañándome,
desprevenida siempre,
ando desprevenida siempre,

y entonces me ataca,
y me atrapa y arrastra
y me hunde y me lleva,


no se apiada y no entiende,
y me voy con ella,
un rato, un ratito siempre.