martes, 26 de febrero de 2008

Histeriqueando al futuro II

Hasta ahora siempre fue como ir en un colectivo con un rumbo fijo.

Yo estaba cómodamente sentada, sabiendo exactamente dónde tenía que bajarme y sin darle la suficiente importancia al porqué de mi viaje. Solamente viajaba, iba día tras día galopando en mis sueños y arrastrandome sobre una costumbre diaria irreprochable y colorida, ideal para una inconsciente como yo que se entretiene con plumas cuando otros, parte de la mayoría, corren tras sus responsabilidades. Yo no, con contadas y pocas cosas que hacer obligatoriamente, cosas que hacía como quien las hace mecánicamente. Y viajaba disfrutando de ese viaje, me mezclaba con la rutina de otros.
Mis viajes siempre fueron por placer, y a veces me imponía disfrutarlos cuando formaban parte de una obligación. Mirar el paisaje inmutable camino al colegio, mirar el cielo oscureciéndose cuando volvía a mi hogar, mirar las paredes grises del hogar ajeno que visitaba...De alguna manera, una parte de mí obligaba a la otra a sonreír, porque sino todo sería muy triste.

Y se acaban estos momentos, es como que ya no puedo seguir viajando en ese colectivo y viviendo como una criatura inconsciente, presa de rutinas leves y agradables y completamente dueña de mis placeres. Ya no alcanza obligarme a sonreír, porque hay cosas que no se solucionan con sonrisitas.Tengo que elegir otro camino, y buscar un nuevo destino, tengo que elegir a dónde quiero ir viajando y renunciar a veces al ocio... Incluso, para no llegar a la situación de preguntarme luego cómo llegué hasta ese punto, tengo que reflexionar mucho acerca de los motivos que me sostienen para hacer todo lo que pretendo hacer...
He llegado al punto de tener que elegir obligaciones y comprometerme conmigo misma, comprometerme con la parte triste de mí, con la que obliga al resto a sonreír y con la que junta plumas...
He crecido, mierda.
Casi 18 años. No sé a dónde fueron mis 15, mis 16, mis 13...

Yo se que debería ser bastante diferente para encajar mejor en este mundo. Debería dejar de hablar sola en el baño y no reflexionar tanto acerca de situaciones sin importancia. Debería procurar fijar una meta y matar de a poco a esas problemáticas fantasías que me distraen de la vida-vida...

La verdad, yo todavía no estoy lista para crecer del todo. Yo todavía no quiero tener 18, y aunque falte, no quiero nunca aceptar que crecí y que viajar en colectivo formaría parte de una rutina, una rutina que yo haya elegido como parte mi futuro y mi formación seria.

En momentos desubicados,
por la calle, en el colectivo, bañándome o a punto de dormir
se me ocurren las más geniales frases e historias,
y balbuceo mentalmente un montón de cosas
que escritas serían muy agradables de leer,
pero cuando llego al lugar donde podría escribirlas
se me escapan...
y se pierden...

¿Cuán valiosas pueden ser
las cosas tan etéreas y fugaces?
¿Valdría la pena jugarse entera
por una idea del momento, por un delirio más?

¿Y cómo discernir, lo que es fugaz
lo que es fuerte
lo real dentro de mí?

¿Y cómo evitar molestar al resto
en caso de que me equivoque atrozmente?

Momento crucial, de mierda.

Y claro, la vida es hermosa y eso lo sé, no me quejo de la vida... pero que no me digan que es fácil elegir, o que es incomprensible cómo no soy capaz de optar por un camino y abandonar el resto de posibilidades que se me presentan.

viernes, 22 de febrero de 2008

Histeriqueandole al futuro (parte I)




Fantasear.
¿Cuando creceré mentalmente y dejaré a un lado esa manía?
Esa masturbación mental... Esa cosa de imaginar
mucho y en exceso.


A veces es nocivo
A veces es dulce

Y siempre, inútil.

Porque una cosa sería, tomárselo en serio...
Planear
Otra, tomarlo completamente en joda
Soñar...

Y otra, es coquetear sólo con lo bueno
sin tocar nunca el suelo del desengaño real.



Ay, Maru...

domingo, 10 de febrero de 2008

Actívense, neuronas!

A veces sólo tengo ganas de que el tiempo no pase, como poner "pause" en mi vida -apretar un botón y olvidarse-, o dormir mucho y despertar aturdida..."dónde estoy, qué hago, qué tengo hacer?"...Me pasaba mucho eso cuando me dormía en el curso, y despertaba preocupada por lo que me perdí o por la baba que podría escapárseme de la boca.
Desconectarme de mi vida, no por nada en especial, no por huir o lo que sea...Sino porque ya no sé que hacer conmigo (♥), y quiero descansar de mí y de todo.

Encima, parecen ponerse de acuerdo todas las oportunidades justo cuando mi cerebro está dormido. Muy dormido, muy volado, muy volcado en otras cosas.

Quiero por fin tomarme algo en serio. Hay muchas opciones: Tu amor, el mundo, mis palabras...

miércoles, 6 de febrero de 2008

Feliz cumple Evozzzz!!!


No me anda el fotolog. Igual esto es casi innecesario, pero no estaría de más.
Felicidades a mi más mejor amiga.

Podría decir cuánto la quiero, pero ella lo sabe o aunque sea lo intuye, porque tiene los pies más en la tierra que yo (alma de nube).
Podría relatar, como tantas otras veces, la historia de nuestra amistad, pero no fue una historia sorprendente como para contar. Fue la evolución de una relación de compañerismo, que terminó siendo una amistad sólida, contra la que no pueden ni los cambios ni el tiempo. No nos distanciamos nunca y cada vez nos conocemos más y a la vez es como que nos redescubrimos. Una historia que se sigue formando.
Podría enumerar las cosas que hicimos juntas, los miles de miles de momentos que pasamos, los cambios que sufrimos, las cualidades copadas que encuentro en ella o los defectos míos que se tiene que bancar.

Pero no tiene sentido. Eso lo hace todo el mundo cuando otro cumple años.
Y yo lo hice muchas veces también.

Y hoy, con 17 años las dos...NAAAH

Miramos el pasado, miramos el presente e imaginamos el futuro; y es como si siempre estuviesemos juntas.
Porque yo puedo ser la peor sin querer y ella sólo se reirá; y ella puede elegir cosas diferentes a mí y no soltaré su mano aunque yo decida hacer otra cosa. Y vemos como dejamos a Westlife y Britney por Attaque y Magodeoz; y sólo nosotras comprendemos esos cambios...

Y no hace falta decirnos lo importante que somos para la otra; que nos queremos o que nos amamos, que sin la otra no seriamos lo que somos, que es imposible imaginar la ausencia de la otra persona en lo que llevamos de vida hecha, que somos y seremos así gracias a que nunca nos separamos y siempre fuimos así; porque esas cosas, JA, a los 17 años y con 9 años de amistad en todos sus niveles, se saben.


Así que soporto la responsabilidad y sufro la dicha de ser amiga de esta muchacha.
Yo le debo demasiado, espero habérselo devuelto un poco...


Lo más lindo que le puedo decir, aunque sé que es dura como una piedra y no llora ni aunque le peguen, es que... cuando imagino el fucking futuro con toda la adultez que se nos viene, e imagino que seguirá estando para mí en algún lugar, y que la podré alcanzar, y podremos tomar tere o charlar como siempre lo hicimos, imaginar ESO me da fortaleza y me da ganas de seguir y seguir...
Saber que será la madrina de mi primogénito, saber que estaremos juntas y que nada de nada nos separará...bueno, cuando nos muramos. (pero falta mucho, espero)
Saberlo, no decirlo por decirlo, SABERLO...Saber que estarás ahí.

Tener esa certeza me alienta e impide que vea todo gris.


GRACIAS Eve de mi alma por aguantar CADA cosa de mí, y por seguir conmigo, y por todo lo que me das casi sin saberlo...
Y sabés que te quiero demasiado; y no te voy a prometer nada porque no hace falta.
Ya está todo dicho.
Bah, ya sabemos todo las dos.




lalala amor amor

Todo se está volviendo muy público.
"te amo, te odio, te extraño, que lo sepan todos, que todos lo miren y nos aplaudan. Es un show, disfrazate y bailá"

Me canso de quejarme de eso que me rodea. Yo soy así, un poquito de compartir mucho con cualquiera, pero yo adorno con mi psudopoesía mis sentimientos y los escribo, y resultan en cosas un poco más copadas que las típicas y mediocres frases que circulan por todos lados, desvalorizando el significado real del supuesto mensaje.
"Te amo"
Como si nada, como si no fuera nada de nada.
A mí, que me cuesta tanto reconocer que realmente quiero a alguien, me choca ver cómo regalan los 'te amo'. Ya no son la consumación de algo..."Después de tantas cosas que pasamos, me doy cuenta que te amo, y que no puedo estar sin vos"

Es una salida fácil, para decir que la otra persona te cae bien y que te gusta estar con ella. La amás, así de una, tan fácil.

Lo que intento plantear, uia, a las 01.30 am, es que...
nada, hay que ponerse las pilas con el tema de las expresiones así...
amar, odiar, querer.

no es por mezquinar el amor. Es por saber reconocerlo.

viernes, 1 de febrero de 2008

Algún refugio habrá...

Cerraron Oximoron, hace ya unas cuantas semanas.
Oximoron fue un "bar"(no encuentro otra palabra para describirlo, aunque no es la más adecuada porque un bar no es así, y Oxi. no era como un bar) que me sirvió de refugio durante varios meses, en los cuales iba a menudo con amigos. Era muy especial: no había alcohol, entre otras cosas servían tereré (tengo una severísima adicción con esta infusión de agua fría) y se respiraba un ambiente bohemio, en el que músicos, pintores y literatos se expresaban.

Había cuadros por las paredes, poesías en un tablero, una guitarra al servicio de cualquiera que quisiera tocarla... Libros, adornos, paz y armonía. Era como un paraíso para la mente, escapar un rato de la calle y las tareas y la fantasía del futuro, y solamente refugiarse en las melodías de la música del momento, en el entrar y salir de las extrañas personas, en el gusto del riquísimo tereré de jugo natural. Estar ocioso, como podría estar en cualquier lugar, pero estar ahí y sentirte muy bien de no estar en otro lugar.

Lo descubrí un día caminando por la calle, no sé si lo buscaba o no, tenía una fachada pequeña con una ventana pintada de manera muy abstracta y sorprendentemente parecida a los dibujos que yo garabateaba por mi carpeta del colegio. De inmediato me llamó la atención, el lugar, el ambiente interior. Ya había escuchado mucho acerca de él, era un lugar tan particular que resultaba difícil de pasar por alto, o de no comentarlo.

Cuando empecé a ir, me fui dando cuenta que sé muy poco de muchas cosas, mi visión es tan limitada y no sólo por mi posición actual en esta vida, sino por la imposición de mis fantasías ante la realidad. Estar sentada, en medio de alguna conversación, y ver a estudiantes de Facultad, entrando y saliendo con sus carpetas de cosas serias y sus vidas a cuesta, me ayudó a pisar un poco más la tierra y a hacerme responsable de lo que está por venir.
Lamentablemente, nunca hice amigos ahí, nunca trabé conversación con nadie que no haya sido amigo mío antes.
Era más bien ir a disfrutar del lugar y de lo particular de su ambiente, aceptar la otra mirada que nos imponía el lugar sobre algunas cosas: una caja de madera vieja se convertía en un estante, un montón de hilos en un adorno llamativo, un tronco en un asiento...

Entender, de alguna manera que no hay obligaciones en ciertos aspectos, que no caminamos por un camino recto con un final, sino por un amplio campo donde hay paradas, personas, caminitos, atajos, el mundo... La caja puede ser basura, o puede ser un mueble.

¡Cuántas tardes, y un par de noches, éramos como queríamos ser en la alfombra del lugar! Porque no había poses, podías sentarte en el piso y tener una vestimente ridícula y escandalosa, no ser convencional y leer lo que quisieras en ese lugar tan pacífico... Libertad ante todo, sin prejuicios por parte de la gente que concurría ahí.

Veo prejuicios y reglas por todos lados. Vestite así, actúa así, hablá de esto o de lo otro. Lo peor es que no hay nada que nos obligue a ser así; es parte de una decisión personal. Decidimos ser iguales para ser aceptados. Y es eso lo que no me gusta, cambiarme para que otros me quieran, o querer a alguien que cambió para ser querido. No sé si pueda expresarlo bien, como lo veo, a veces las palabras quedan cortas y hacen falta muchos párrafos para argumentar y refutar y concluir.
Simplemente, creo que muchas personas son como son porque ser así está bien visto. Y no hablo de malas costumbres, no voy a entrar en el tema moralista. Me refiero a cosas más pavas pero que sin embargo nos dividen y separan, a veces abismalmente.

Leí una vez que los hombres tienen miedo de sí mismos, de lo que habita dentro de ellos, y que por eso se juntan con otros hombres de la manera gregaria, como una super tribu que se mantiene unida por la salud mental, víctima del miedo de sus integrantes. Si, ya sé, sno podríamos vivir; ¿pero qué tan parecidos tenemos que ser para que aprendamos a aceptarnos?.

En Oximoron yo había encontrado el lugar para gente como yo, era como esos cajones de mi abuela en los que habían botones, gomitas, juguetes rotos, postales, hebillas, clips, recibos de compras y cupones de concursos muy viejos, dibujos, tapitas y bolsitas. Un lugar donde ibas y eras, simplemente eras como querías ser y a la gente no le importaban tus diferencias. Y era hermoso estar ahí, sorprenderse de los otros seres y maravillarse con las renovaciones constantes del ambiente, nuevos cuadros, nuevos adornos.


Quizá suene exagerado, o como quieran definirlo; pero el lugar emanaba eso: se respiraba la novedad y te sentías como en tu casa, como si por fin hubieses llegado a tu hogar después de caminar bajo la lluvia.
Lo cerraron, cuestiones que no conozco bien, pero me dijeron que por el tema del dinero.

Una lástima, una pena, una cosa que me supera y que no puedo cambiar.Fue hermoso haber conocido un lugar así, y que en él yo haya aprendido a ver el otro lado de las cosas, ver la caja como estante, verme diferente y no sentirme excluida, ver que las cosas son un poco como son y otro poco como queremos que sean.


Y quizá el mejor refugio
esté adentro nuestro