lunes, 31 de mayo de 2010

Irreal


Tengo que aferrarme a pequeñas cosas
como quien se aferra a su idea de Dios o a su diagnóstico médico,

¿será que todos somos como arañas buscando de dónde atajarnos?,
para construir nuestra red
nuestra tela

nuestra casa
nuestro yo


Como quien recita sus trastornos psicológicos, sus datos personales,
las letras de cualquier alfabeto
yo recito los nombres que me rodean,
como un mantra inconfundible, con sus elementos ordenados e imprescindibles

y me olvido a veces, sin querer, que hace tiempo deseché las otras opciones
que no están presentes
aunque no del todo.



No quiero convencerme de la vieja idea de las Ideas,
como lo Realmente Real;

veo más realidad en la arruga de una mano que en la ilusión de algo Perfecto,
y sin embargo sé que esas arrugas se irán
junto con la mano

y la ilusión de lo Realmente Real
prevalecerá alimentando otros alientos
de futuras degeneraciones

sin llegar nunca, desde su maldita perfección a sanar nada de nada.

(Inhalar-Exhalar)


Entonces me aferro a la mano sabiéndola mortal
me aferro a las esquinas de mis estabilidades
para tomar impulso,
volar
y volver



me miento a mí y digo que lo real es lo tangible
y por lo tanto la mano o la boca,
un beso, el llanto, un abrazo
es decir la unión de dos cuerpos,
la sensación del frío, la ecología,
el perdón de los pecados, sin caer en tecnicismos,
la sociología y la tautología, y las bicicletas y los gorriones,
hasta la gripe y el complejos de Edipo

lo real de lo que no escapamos,
eso cuenta
no las putas ideas;


y

tus fantasmas son tus recuerdos,
no lastiman y no existen para mí;
los conozco cuando hablan a través de vos, desde su pedestal herrumbrado
y sólo por eso conozco sus voces,
y aunque, en mi defensa, sostengo toda la estantería
de mis materiales como un escudo,
pretendida coraza impermeable,
a veces me llegan hasta el alma sus lamentos...
irreales



No me traigas tus fantasmas, tus Ideas,
no me hables de lo Absoluto y el dolor de su inexistencia
que lo siento en carne propia y no quiero más,

tengo bastante con mi fantasma,
mi pesada irrealidad,
te comprendo más de lo que quisiera
y no aguanto.



¿Será que estoy repitiendo tu historia o la estoy revirtiendo?
¿Será que te olvidaste de las cosas que considerabas reales?



Pequeñas cosas che, zafale a los muertos y a las ilusiones.




viernes, 28 de mayo de 2010

Palabrerío Bobo- Ubicación de las estrofas

Recuerdo cuando Viernes
Era el final de la semana,
Desvelarse en tonterías, solitaria,
encerrar los suspiros en botellas
para soltarlos luego,
deseando no haberlos engendrado;
y nada más
Recuerdo cuando La Noche
Eran las estrellas y la luna,
el orbe celeste desaforado,
y la soledad de la habitación
o el tranquilo caminar en compañía
de amigos de risa suelta;
esperando que amanezca
para quebrar mis ganas de dormir,
y extender mi vigilia
para mirar el cielo aclarándose
y nada más.
Recuerdo cuando Las Palabras
Eran mías y de todos,
se escurrían por nosotros como arena,
nos sofocábamos con ellas,
inacabables pugnas por un motivo lastimero,
y de todos y de nadie
y en ellas iba yo
y nada más
Recuerdo cuando Soñar
Era evadir la realidad, perderse en delirios
descorchando ilusiones,
reconociendo deseos,
fabricando una torre de intenciones,
los colores se fundían, las caras diseminadas
la fantasía llegaba a ser estúpida

Y nada más.


Y qué sé yo,
Ahora Viernes es un portal,
la Noche es el refugio
las Palabras nos poseen
y no al revés,
y somos sus barriletes

Y Soñar ya no es evadir,
es algo tan solemne, noble, importante
es Arte, es confrontar la realidad,

sonreírle
y besarla.

Llega el Viernes y es hermoso,
el portal a Nosotros.