miércoles, 2 de septiembre de 2009



Zafamos del rosado hasta donde pudimos, pero ya sabemos que es algo más, que escapa al verbo convencional, con el que se inician las relaciones y que hasta se asocia con los caprichos; y esto llega al otro que no deja de ser, al fin y al cabo, un verbo más.
Rojo, eso sí, rojo y fuerte, una vez dicho no hay vuelta para atrás y no es tan fácil zafar esta vez, no podemos patear el sentimentalismo que conlleva la declaración, quizá las bromas lo camuflen un poco pero sabemos la verdad, nuestra verdad.






3 comentarios:

Cronopio-cronopio dijo...

l'amour :)

ML dijo...

Querer es el verbo?
O tal vez amar?
:)

eme-de dijo...

hermoso.
abstracto.
hermoso.