domingo, 3 de octubre de 2010

Acontecimientos

Se siente el cambio, se siente el crecimiento de esta nuestra relación, se siente que algo dentro mío está mejor, desinflamado, en activo proceso de purificación. Fue una buena idea, una excelente idea, la de aproximarse, la de superar las fronteras.

¿Coincidencias, casualidades? Este proceso viene a suceder (¡viene a suceder!) justo cuando me es necesario reunir todas las fuerzas posibles, toda la energía adormecida en algún rincón. La necesito, me necesito despierta y activa; y necesito a otros como compañeros, para que la soledad interior no me juegue en contra, y entre ellos vos por supuesto. No me dejen caer, no me dejemos caer.

Se viene un nuevo período rutinario de dedicación y entrega, de esfuerzo cotidiano. Voy, ¡vamos!, con todas las ganas de afrontarlo y las nuevas fuerzas que rescato de nuestra aproximación. Voy bien, optimista, vamos que esto recién empieza.

Lo que durante tanto tiempo representó para mí, en mí, algo cercano a la enfermedad, al delirio, a la ilusión (temblad, temblad, fuiste una ilusión) hoy me da alegría, me hace sonreír. Me dan ganas de vivir, como decís, activamente, sensiblemente, concientemente.

Hablarte hoy es terapia y caricia, que te importe lo que digo y hago, que me sigas importando, es tan bonito, tan sano. Yo también estoy en un proceso de rehabilitación, ¡que bueno!.

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