domingo, 17 de junio de 2007

Introspección.

Estos días fueron confusos. No porque hayan ocurrido cosas confusas, es más, la rutina siguió tan aburrida como siempre. Pero hubo un tráfico interno en mi ser, que espero no sea sólo momentáneo...Sentí casi al límite, mentalmente siempre, la desolación intensa, al ver mi pasado y planear mi futuro...Me sentí feliz por lo que tengo hecho y soy, me sentí humillada al reconocer en mi alma tantas malas actitudes, me avergoncé y me excusé ante mi propio corazón, implorando tan solo un poco de comprensión...

Me amigué y me peleé mil veces conmigo misma. Cada vez, me conozco más, me asusto y repugno, pero no puedo dejar de quererme, porque a pesar de todo lo malo que puedo generar, sé que tengo buenas intenciones respecto a muchísimas cosas. Puedo considerarme buena, o buenuda, o bonachona, o boluda... Pero no me puedo odiar, no se puede odiar a un ente tan confundido y tan triste como yo. No quiero conseguir la conmiseración del santo, y no quiero obtener el odio y la repulsión del 'hombre mundano' que ya todo olvidó acerca de las cuestiones del alma... Sí, descubrí que estoy pendiente de lo que obtengo y lo que doy. Más de lo primero que de lo segundo.

A través de todos estos año, navegando por el mundo virtual, encontré cientos de escritos, de excelente calidad. En su instante inmediato, me marcaron. Hoy ya los olvidé, pero sé que alguna vez estuvieron, dejando en mí un recuerdo momentáneo, una idea pasajera. Esos escritos fueron el lamento o la reflexión de alguna persona, así como este manojo de palabras hoy refleja la confusión de mi mente.

No quiero pensar que mi relación con las personas deba ser así: momentánea, mientras dure la simpatía mutua, las conversaciones cordiales y el buen humor constante. Quiero crear lazos duraderos, perpetuos, que iluminen mi vida cada día... quiero ganarle al atardecer y mantener por siempre la luz, esa luz, de mi entorno. La noche mental me superó hace tiempo, y sé que en algún momento llegará el amanecer. Quiero recibir abrazos de otros seres, que superen el espacio físico, pero debo preparar mi alma para no lastimar...

Sé que todo es más; que sólo veo una parte del inmenso cuadro, teniendo una perspectiva -por ahora, ojalá- limitada; que hay más de algo que no alcanzamos a comprender; que no soy un títere pero sí hay cosas inevitables y otras completamente modificables, no siendo evidente la cualidad de cada una...Entiendo que tengo miles de posibilidades frente a mí, y temo por ello, temo elegir y privarme de ciertas cosas, temo apresurarme, temo no escucharme...

Sólo se tiene miedo cuando no se está en armonía consigo mismo.

Y hoy me siento tan disconforme con mi parte más profunda, que temo romper mi entorno, y romperme por dentro.
Pero quizá, sea necesario romper ese cascarón. Y volver a nacer.

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