lunes, 11 de junio de 2007

Ten piedad de nosotros.

Hoy entendí porqué le dicen Cordero de Dios.
Lo estuve mirando, tan esbelto y maltratado, colgado de su eterna condena. Intenté entender qué pensaba cuando lo lastimaban, lo clavaban y se burlaban de su dolor y sus creencias. Qué sintió cuando toda la gente que parecía amarlo, lo humillaba y lo hería. Qué pasó por su cabeza, desde lo alto de la cruz, sientiendo el terrible dolor y la soledad...¿Se habrá sentido solo?. Si verdaderamente fue su Padre quien lo sacrificó, como lo haría cualquier individuo con un cordero, ¿Cómo pudo soportar el dolor de verse crucificado con ese consentimiento, como si fuera una ofrenda para...Para quién?

Nuestra religión es macabra: su mayor símbolo, su emblema, es la cruz, donde crucificaban a los criminales. Y sí, sé que el murió ahí, que por eso la usan como recuerdo perpetuo de su sacrificio, de su entrega ante los caprichos humanos. Pero sería casi lo mismo usar una silla eléctrica, una horca, una espada llena de sangre... Y en ella, un inocente pacifista, mensajero de un mensaje celestial, que nunca hizo nada condenable pero sin embargo...

Y otra cosa. Dios tiene planes ya establecidos, dicen. Entonces, mirando las fábulas biblícas, cuando Eva mordió la manzana prohibida...no estaba acaso dentro del plan de Dios? Si es así, porqué Dios creó de todas maneras al hombre y a la mujer dentro de un paraíso, si sabía que debería echarlos por desobedientes? Y entonces, además, cómo que te tenemos libre albedrío si en realidad actuamos dentro del plan de Dios?...

Hay cosas que no entiendo.
¿Cómo un Dios de Amor permite y alienta el sacrificio de su Hijo (el más querido, supuestamente) como si fuera un cordero más? ¿Su objetivo, cuál era: que quede como recuerdo eterno de lo que es entregarse por amor, que quede para siempre como escarmiento de que somos todos malos y pecadores, que sea símbolo de obediencia a mandatos divinos, o necedad humana?...

A veces, esas cosas me alejan. No de la Iglesia, hace tiempo que mi alma flota lejos de las palabras eclesiásticas, sino de la creencia en algo superior. Algo, lo que sea, pónganle el nombre que quieran, porque sea lo que sea será inimaginable y bondadoso, y todo lo que se diga no importará porque la verdad siempre será una para él. Una verdad absoluta, que escapa a nuestro ojos mortales que sólo ven una verdad relativa...Un Algo, inteligentísimo, que no habría mandado a su Hijo, sino que se hubiese revelado a un hombre capacitado para entenderlo... Y este hombre luchó en una sociedad de necios que no escucharon su mensaje, tan simple y tan obvio, manchado por los intereses de las futuras generaciones...Ese hombre se entregó, luchando por Algo.

Y ese Algo nos amparará, en el último minuto. Nos hará sentir calma, la esperanza de algo mejor se concretará, y cualquier tipo de dolor será un leve recuerdo...

Y a todo esto, la cruz con el Cordero humano, eterna tortura del pobre hombre.Es el recuerdo permanente de lo necios que podemos ser con tal de complicar las cosas.
Así de simple.

Yo a esta vida, cada día la comprendo menos y la reflexiono más.
Y puede resultar absurdo. Simple.

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